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Internacionalización de alimentos: las variables de un desafío mundial

El 30 de abril, más de 70 asistentes presenciaron el nuevo seminario internacional del M.I.T.A. “Los Desafíos del Desarrollo de Productos para el Mercado Nacional e Internacional”, dictado por videoconferencia desde la Universidad de Parma, que invitó a pensar en los factores necesarios para la estandarización de productos, más allá de la nación de origen. “Todas las sociedades deben crecer. Y crecen si se hacen productos nuevos”, señaló desde Parma el Prof. Franco Antoniazzi, docente del M.I.T.A., en el comienzo del seminario.

El Prof. Dr. Enrico Careglio, disertante del encuentro, ofreció su ponencia desde la Universidad de Ciencias Aplicadas de Tréveris, la ciudad más antigua de Alemania. “En Alemania, exportamos más de lo que importamos, por eso, el desarrollador de productos debe estar preparado y pensar si puede internacionalizar cada nuevo producto en el que trabaja”, señaló Careglio en el inicio.

Luego de indicar que, en general las ideas sobre nuevos productos derivan mayormente del marketing, ya que es el área involucrada en la investigación sobre tendencias e intereses de los consumidores, aseguró que un nuevo producto solo tendrá éxito si es vuelto a comprar a lo largo del tiempo. Asimismo, el producto deberá permanecer a lo largo del tiempo en una fase de crecimiento para poder pensar en su internacionalización

Y además de pensar en las innovaciones, es necesario aprender de los fracasos. ¿Por qué puede fracasar un nuevo producto lanzado al mercado? En este punto, Careglio señaló que, en ocasiones, se parte de una definición incorrecta del producto, ya que “cuando hay un enamoramiento por parte del desarrollador con el producto se pierde la objetividad”. Otro motivo puede ser un producto que no se haya aggiornado a los cambios del mercado. En tercer lugar, se ubican los estudios de mercado insuficientes o una mala interpretación del mensaje del consumidor. Por último, el problema puede estar en la transferencia del proyecto piloto a la planta industrial. 

La estandarización y los parámetros para tener en cuenta 

Como se señaló previamente, para vender un producto alimenticio a otros países es fundamental tener en cuenta una posible estandarización. “Esto data de la década del 60, aunque la gran discusión se dio en la década de los 80, con el comienzo de la armonización de los mercados a nivel mundial. En esos momentos, mejoraron las posibilidades de comunicación, aumentaron los viajes en el mundo y otras variables. La expansión sociodemográfica también influyó”. Por otro lado, la definición del concepto de plataforma universal, originada en la industria del automóvil, dio el primer gran impulso a la estandarización.

Con relación al éxito de un producto, es necesario tener en cuenta determinados parámetros, que, en el caso de la industria de alimentos, es un tema más complejo que en otras, como puede suceder con la de productos técnicos.

Un factor para tener en cuenta es el derecho alimentario. Si bien en Europa se creó un requisito general para la internacionalización de las declaraciones, por fuera de la Unión Europea hay argumentos que se discuten de manera controvertida y la unificación en la UE tampoco es total.

Otro factor es la lengua, y esto implica desde la pronunciación de un nombre hasta su traducción. Como ejemplo de ello, la marca alemana Dr. Oetker debió cambiar a Cameo en Italia, por causa de las dificultades en su pronunciación.

Los factores religiosos y culturales también son decisivos en la internacionalización, y pueden abarcar desde las materias primas hasta los símbolos o las imágenes que ilustran el packaging. Los determinantes socioculturales asociados al estilo de vida también influyen. Así, se puede pensar en productos muy asociados al estilo de vida de un país o a los hábitos de consumo de un determinado alimento, que pueden diferir entre un país y otro.

La estética es otro punto que debe ser tenido en cuenta, ya que, por ejemplo, en los diversos países europeos un mismo color tiene distintas asociaciones. Los gustos también son determinantes, ya que, según señaló el disertante, los europeos del sur tienen mayor aceptación por las notas amargas con respecto a los del norte, que prefieren notas más afrutadas. Y estas preferencias tan diferenciadas también pueden darse en un mismo país.

Con relación a las alergias y las intolerancias, Careglio señaló que, en caso de querer exportar un producto alto en lactosa, deben tenerse en cuenta aquellos países, regiones o continentes que muestren algún tipo de complicación con respecto a su tolerancia, como África o Asia, ya que su venta se vería complicada.

A continuación, hizo hincapié en la importancia de tener en cuenta la frecuencia de conflictos de interés. Aseveró que siempre es oportuno encontrar un lugar neutral de desarrollo con un equipo transnacional y descentralizado, como un team Eurobrand.

Consultado sobre la tendencia de los alimentos plant-based, el disertante señaló que al estar relacionados con una filosofía que se extiende a distintos países y continentes, su permanencia es más segura, por lo que pueden estar pensados dentro de un plan de internacionalización.

“Un desarrollador siempre debe ser abierto y recibir información de todas partes del mundo” fue la frase con la que concluyó Careglio este nuevo seminario M.I.T.A. abierto a la comunidad.

 Agradecemos a todos los asistentes que nos acompañaron durante la jornada y los invitamos a visualizar este seminario y otros contenidos sobre alimentos y tecnología en @M.I.T.A.-TV, nuestro canal en YouTube.

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